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Capacitación corporativa ¿inversión inteligente o pérdida de dinero?

Escrito por Katia Li | 21/ago/2024

La formación continua es hoy un concepto que repiten las empresas y una expectativa en el discurso  de cualquier colaborador. Lo cierto, es que aunque suena bien y es indispensable, con frecuencia, se destinan grandes recursos a conferencias y eventos formativos que prometen transformar al equipo, pero ¿qué tan efectivo es este enfoque en realidad?

El problema con las capacitaciones tradicionales

Imaginemos un escenario común: la empresa organiza una conferencia en un elegante salón de eventos, con un desayuno incluido. Los colaboradores llegan, se sirven café, y mientras el presentador habla, sus mentes están en cualquier lugar menos en la sala. ¿El reporte que deben entregar? ¿El cliente impaciente que los espera? O simplemente, ¿cuándo podrán escaparse por otro croissant? Sí, suena familiar. Este enfoque tradicional, por muy bien intencionado que sea, tiene algunos problemas importantes:

Desconexión Mental: Aunque los empleados estén físicamente presentes, su atención puede estar en cualquier lugar menos en el contenido que se presenta, lo que reduce significativamente la efectividad de la capacitación.

Falta de Seguimiento: Una vez que finaliza el evento, rara vez se implementa un seguimiento adecuado para asegurarse de que los conocimientos adquiridos se comprendan y se apliquen de manera efectiva en el entorno laboral.

Pérdida de Productividad: Para muchos, especialmente en roles de ventas, estas sesiones se perciben como una interrupción innecesaria que les impide cumplir con sus objetivos comerciales.

La solución: tecnologías para entrenamientos en línea y flexibles

Para superar los desafíos de las capacitaciones tradicionales,  como líder, puedes aprovechar las nuevas metodologías y  considerar la adopción de métodos de formación más flexibles y personalizados, adaptados a las necesidades actuales. Algunos elementos comprobados y que están disponibles en plataformas tecnológicas:

Microlearning, una estrategia efectiva que ha demostrado mejorar la retención y aplicación del conocimiento. En lugar de largas sesiones, el contenido se presenta en videos cortos y concisos que los empleados pueden consumir en cualquier momento, un enfoque que según estudios de Deloitte, mejora la retención del conocimiento en un 20% en comparación con metodologías más tradicionales.

Evaluaciones continuas que acompañen cada segmento de la formación, permitiendo que tus colaboradores verifiquen su comprensión del material. Este proceso no solo te asegura que el conocimiento esté siendo asimilado, sino que también identifica áreas que requieren refuerzos adicionales. Para consolidar este aprendizaje, es recomendable que implementes un sistema de refuerzos periódicos que, de acuerdo con investigaciones, puede aumentar la retención del conocimiento hasta en un 50%.

Gamificación y micro recompensas para hacer que la formación sea aún más efectiva y atractiva. Estos métodos no solo hacen que el aprendizaje sea más entretenido, sino que también potencian la experiencia de tus equipos, motivándolos a participar activamente y a aplicar lo aprendido de manera práctica.

Personalización y segmentación son elementos esenciales de las capacitaciones. No todos los colaboradores ni todas las áreas de una empresa tienen las mismas necesidades formativas. Adaptar el contenido y los métodos de enseñanza a los perfiles específicos puede ser un diferenciador clave que maximiza el impacto de la capacitación y asegura que cada participante obtenga el máximo provecho.

Beneficios para la empresa

Al adoptar una metodología de  entrenamiento flexible, las empresas pueden disfrutar de múltiples beneficios:

  • Mayor retención del conocimiento: los colaboradores retienen mejor la información cuando esta se presenta en formatos más cortos y accesibles.
  • Mejora en la aplicación práctica: las evaluaciones continuas y los refuerzos periódicos aseguran que los colaboradores no solo entiendan, sino que también apliquen el conocimiento en su trabajo diario.
  • Aumento de la productividad: al reducir el tiempo dedicado a largas sesiones de capacitación y permitir que los colaboradores aprendan a su propio ritmo, se mejora la productividad general.

Invertir en la formación de los colaboradores es crucial, pero es igual de importante asegurarse de que esta inversión realmente aporte valor.