Durante los últimos años, he estado inmerso en el análisis de los Ecosistemas de Negocios como parte fundamental de la estrategia empresarial.
Hoy más que nunca, estoy convencido de que toda empresa debe formar parte de un Ecosistema de Negocios, ya sea creándolo y liderándolo o como participante de uno ya existente. La velocidad de los cambios actuales es tal que no pertenecer a uno de estos ecosistemas podría poner en peligro la supervivencia de cualquier empresa.
Un Ecosistema de Negocios es una red de empresas interconectadas, física o digitalmente, que colaboran para cubrir todas las necesidades del cliente en torno a su experiencia de compra. Este modelo no solo distribuye el valor, sino que lo expande, creando un mayor impacto que lo que una empresa podría lograr por sí sola.
Si bien esta tendencia lleva años gestándose, la irrupción de la inteligencia artificial (IA) ha derribado las últimas barreras y acelerado la evolución hacia los Ecosistemas de Negocios. Este cambio ya no es solo inminente, sino que está sucediendo ahora.
Históricamente, cuatro barreras principales han mantenido a las industrias separadas. Sin embargo, estas están cayendo rápidamente, lo que permite a las empresas interactuar de nuevas maneras con sus clientes:
La IA está transformando rápidamente la región. Muchas empresas aún no comprenden su impacto disruptivo, pero ya están llegando las primeras olas de este "tsunami" tecnológico. Nuevos competidores surgirán desde lugares inesperados, y los cambios en las preferencias de los consumidores serán más rápidos de lo previsto.
Las empresas que actúen ahora, explorando y aprendiendo a construir ecosistemas robustos, no solo sobrevivirán, sino que prosperarán. Ejemplos como Despegar en el sector de viajes y Kavak en el mundo automotriz ya están mostrando cómo los ecosistemas pueden marcar la diferencia.
En próximos artículos, profundizaré sobre cómo elegir los socios adecuados para construir un Ecosistema de Negocios en América Latina y compartiré estrategias prácticas para que empresas de cualquier tamaño puedan crear su propio ecosistema y seguir siendo competitivas en un mundo cada vez más interconectado.